El aquí y el ahora
- Psicoterapeuta Ivonn Bravo
- 4 dic 2020
- 4 Min. de lectura
¿Qué significa el aquí y el ahora?

El concepto de aquí y ahora es propio de la psicología humanista, de la terapia Gestalt, que consiste en percibirse en el presente, como lo único que existe. Podemos ubicarla temporalmente hacia la mitad del siglo pasado, siendo el matrimonio compuesto por Laura Y Fritz Perl, sus pioneros.
Esa terapia trabaja haciendo que el paciente se perciba a sí mismo en el momento actual, sin proyecciones futuras. Se conecta al cliente con su respiración, con su cuerpo, un escaneo corporal, con sus necesidades vitales, con sus experiencias sensoriales, evitando que lo distraigan pensamientos por hechos pasados o preocupaciones del porvenir. Esto se llama centrarse (concentrarse en lo que está pasando aquí y ahora) sin apurar ningún proceso, sino dejándolos fluir. Esto evita la angustia, ya que ésta no existe en el presente.
El pasado se incorpora cuando hay algo que sanar/solucionar con algún momento y/o persona(s). Y el futuro se trabaja cuando el paciente necesita una proyección más amplia y despejar ideas destructivas respecto al porvenir. Hay más razones, pero estas son las principales por las que trabajamos con el pasado y el futuro, trayéndolo al momento presente.
El ahora se constituye en el punto cero entre lo que fue y lo que será. De lo que me doy cuenta y tengo conciencia es del presente: el pasado que angustia y el futuro que tememos, pero que influye en el presente, aquí y ahora, es el que importa, ya que el hoy es en definitiva lo único que tenemos. Es necesario trabajar sobre el pasado y sobre el futuro si eso afecta el presente, pero posicionados en la actualidad, que es lo único real.
¿Cuál es su función?
“El objetivo de la vida es nacer plenamente,
pero la tragedia consiste en que la mayor parte de nosotros
muere sin haber nacido verdaderamente.
Vivir, es nacer a cada instante”. ERICH FROMM
Nuestra vida se despliega en una infinidad sucesiva de instantes. Los que pasaron y residen en la memoria constituyen nuestro pasado. Los que están por llegar e imaginamos creemos que serán nuestro futuro. Pero aquello que es real, lo que única y verdaderamente siempre tenemos con nosotros es el momento presente, este mismo momento, o mejor, nuestra consciencia de la existencia en ese instante tan breve que ni tan solo es cuantificable, porque cuando nos percatamos de él, ya ha pasado.
En el ahora podemos decir que sólo existe el presente. El pasado se fue y el futuro está por llegar. Si quiero cambiar sólo puedo hacerlo en el presente. Cuanto más vivo el presente más intensa es mi vida y cuanto menos vivo el presente menos intensa es mi vida, ocurre que aunque esto es teóricamente fácil, en la experiencia vivir el ahora no lo es tanto, ya que aparecen una serie de resistencias que me lo impiden como concentrarme en el futuro, de tal manera que mejor no hago las cosas hoy, las haré mañana, cuando sea mayor, cuando tenga dinero o un oficio o cuando me jubile o esté en otra vida.
Otra característica de resistencia es la de concentrarme en el pasado y desde ahí no arriesgarme a vivir lo que me presenta el momento, desde aquí puedo incluso rentabilizar aspectos de los que no quiero despedirme y que no tienen nada que ver con las posibilidades de cambio en el presente y quedarme con lo malo conocido porque no me supone riesgo.
El aquí es el complemento directo del ahora, y tiene que ver con lo que me pasa y siento en mis pensamientos y en mi cuerpo. El deflexionar esto tiene que ver con hablar de los otros en lugar de mí, o generalizar o hablar de forma impersonal en lugar de comprometerme con lo que digo, hablando de lo que se dice, se habla o se comenta, en lugar de lo que digo, hablo o comento yo, o en pluralizar y en esconderme en lo que decimos nosotros en lugar de exponerme yo.
De cualquier forma, el vivir el aquí y ahora no excluye de ninguna manera la acción presente de acordarse, hacer proyectos o referirnos a realidades lejanas. El vivir en el aquí y ahora nos ayuda a estar en contacto con nuestra realidad y por consecuencia ser más conscientes. Un buen ejercicio para hacer sería el de ver cuáles son las resistencias que empleas para evitar vivir el aquí y el ahora.
Otro buen ejercicio para estar más presentes es escribir y analizar los pensamientos que tenemos en el momento y dividirlos en dos columnas, en una de ellas escribes lo que si está pasando en tu realidad y en la otra columna escribes lo que está en la fantasía. Por ejemplo: ‘tengo miedo de que una ballena me ataque’, si vives en una ciudad, no surfeas ni vas seguido a la playa, definitivamente es una fantasía, la invitación es a que te centres en lo que realmente está pasando y soluciones desde esa realidad presente, si te quedas en la fantasía solo te llenas de miedos sin fundamentos y de ansiedad, y al final no hay nada que temer ni que solucionar porque no existe ese problema o esa situación, solo está siendo regurgitada por tu mente, que a la vez, está conectada con introyectos, necesidades, emociones, etc., que provocan estos pensamientos.
¿Entonces, qué podemos hacer?
Entregarnos al presente. Construir la vida dándonos completamente a lo que nos toca vivir, aquí y ahora. Sentir, pensar y actuar desde nuestro centro esencial. Ya que es este punto de partida el que se renueva indefinidamente, momento a momento, y desde él podemos conectar con nosotros mismos, con la vida, y seguir en el viaje que nos propone a cada instante.
Claudio Naranjo nos regaló esta frase: "Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte".
Evitar lo desagradable o el miedo nos posiciona como niños que no pueden sostener lo que viven. Asimismo, limitamos nuestra capacidad de recibir información, que es esencial para nuestro desarrollo y crecimiento.
¿y tú qué tanto vives en el aquí y ahora?, qué tanto te das el permiso y la oportunidad de vivir cada instante de tu vida en el presente, sin matizarlo de miedo o historias pasadas.
Espero que te haya servido y despejado tus dudas, que te funcione para tu día a día, deseo que haya hecho una pequeña aportación para tu bienestar, les mando un fuerte abrazo.

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